Encinar

En cotas inferiores a los 1.100m de la ladera del Picueto (1.551m), al abrigo de los vientos dominantes del oeste, donde a su vez se da la presencia de afloramientos rocosos, el robledal queda desplazado por el desarrollo de especies típicamente mediterráneas como es la encina (Quercus rotundifolia), a la que acompaña todo su cortejo florístico como son el cantueso (Lavandula pedunculata) y el tomillo (Thymus mastichina). Esta formación boscosa ha quedado relegada a ocupar los parajes conocidos en la Reserva como “Val de la Urz” y “Val de la Loba”.

Dentro de la avifauna, podemos encontrar el petirrojo (Erithacus rubecula), la abubilla (Upupa epops), la curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), la paloma torcaz (Columba palumbus) y el gavilán (Accipiter nisus). Mamíferos como el jabalí (Sus scrofa), encuentran en el encinar un buen refugio y alimento, aunque debido a su gran movilidad podemos encontrarlo ligado a otros hábitats según la época y el alimento disponible. Otros mamíferos localizados en este hábitat son la gineta (Genetta genetta), el gato montés (Felis silvestris), el tejón (Meles meles) y el ratón de campo (Apodemus sylvaticus). En los días soleados, se puede observar al lagarto ocelado (Lacerta lepida) y a la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) calentándose sobre las pedrizas.